El fotógrafo intuye historias que, sólo a veces, tiene la satisfacción de desvelar

“Ver”, “ojear”, “repasar”, “observar"... reflejan distintos grados de atención que pone el observador a la hora de mirar. Sin embargo,
de entre ellos, es posible que, "contemplar", sea el que más seriamente advierte a los sentidos que hay que esforzarse más.

El fotógrafo es un artista de la contemplación y la emoción de sus tomas sólo puede ser percibida si son, en verdad, contempladas.
En esta página invitamos a contemplar fotografía. Un juego en el que se puede compartir lo que a otros ha podido pasar desapercibido.

Instante



E500; 45-150 en 55mm; 1/640s en f/14; 100 ISO.
Playa de Zahara de los Atunes, Cádiz. Atardecer en agosto tras un día de cielo completamente azul y despejado. El instante duró sólo unos segundos y estuvo a punto de pasar inadvertido porque la nube era tan tenue y fina que sólo se hizo visible cuando cruzó delante del Sol.
Pistas: Color. Comentarios ocultos (resaltar con el cursor a continuación para desvelar): El cambio en la intensidad de la luz fue mínimo, ya que el Sol no se nubló. El verdadero cambio tuvo lugar en el color de la luz. Pero éste pasó desapercibido al ojo humano, pues el cerebro se acomoda rápidamente. La luz de la fotografía es la real, sin filtros ni añadidos. Las tomas siguientes ya tenían el color de siempre. Y es que estamos "construidos" de una forma tan práctica que mucho de lo que nos rodea nos puede pasar desapercibido, Y mucho de ello, es bello (bello de belleza, no de pelo).

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