El fotógrafo intuye historias que, sólo a veces, tiene la satisfacción de desvelar

“Ver”, “ojear”, “repasar”, “observar"... reflejan distintos grados de atención que pone el observador a la hora de mirar. Sin embargo,
de entre ellos, es posible que, "contemplar", sea el que más seriamente advierte a los sentidos que hay que esforzarse más.

El fotógrafo es un artista de la contemplación y la emoción de sus tomas sólo puede ser percibida si son, en verdad, contempladas.
En esta página invitamos a contemplar fotografía. Un juego en el que se puede compartir lo que a otros ha podido pasar desapercibido.

Sublimación

E500; 40-150 en 150mm; 1/25s en f/4,5-1; 100 ISO.
Sublimar tiene dos acepciones en el Diccionario de la RAE: "engrandecer o exalzar" y "pasar directamente del estado sólido al de vapor". Ambas son válidas para esta imagen. La primera la tiene el color y la vida, que ensalzan el desnudo tronco muerto; la segunda la alambrada, que parece evaporarse disipando su materia en la atmósfera. Por lo tanto, sublime dos veces.
Pistas: Argumento. Comentarios ocultos (resaltar con el cursor a continuación para desvelar): Efectivamente, hay imagenes que sólo la cámara puede ver. Donde el ojo sólo vió un motivo, la cámara captó toda una historia, con sus sensaciones y contrastes. Posiblemente ni la atmosfera ni el humo estuvieron realmente allí. Pero el fotógrafo puede llegar a intuir historias escondidas. Y es una satisfacción desvelarlas.

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