El fotógrafo intuye historias que, sólo a veces, tiene la satisfacción de desvelar

“Ver”, “ojear”, “repasar”, “observar"... reflejan distintos grados de atención que pone el observador a la hora de mirar. Sin embargo,
de entre ellos, es posible que, "contemplar", sea el que más seriamente advierte a los sentidos que hay que esforzarse más.

El fotógrafo es un artista de la contemplación y la emoción de sus tomas sólo puede ser percibida si son, en verdad, contempladas.
En esta página invitamos a contemplar fotografía. Un juego en el que se puede compartir lo que a otros ha podido pasar desapercibido.

Niebla

E3; 50-200 en 50mm; 1/400s en f/5,6+0; 400 ISO.
Valle de Pineta (Huesca). Verano. Vertiente izquierda mirando en dirección del circo. El Sol a la derecha, ya oculto por las montañas, pero a esa altura justa que tiñe las nubes de naranja sin perder aún el azul del cielo.
Pistas: Perfiles. Comentarios ocultos (resaltar con el cursor a continuación para desvelar):La foto sería una de tantas sin la niebla que entra rápidamente desde lo alto del circo y se extiende a lo largo de la parte alta del rio Cinca. A esa hora del atardecer, de la niebla parece emanar una luz especial. Sobre ella se crean dos series sucesivas de perfiles: la de los pinos a la izquierta y la de los abetos a la derecha. Todo ello bajo la gran autoridad del perfil de las montañas. La foto está expuesta para no quemar luces altas en la parte más blanca de las nubes, pero no por ello se pierde la información de las sombras, casi en contraluz (el detalle de las montañas permanece: moverse sobre la pantalla para apreciarlo mejor). Por último, la toma no tiene tonos medios (de los 256 totales que van del negro al blanco, no hay información en los niveles mayores de 50, si exceptuamos los de la niebla que llegan hasta el 100; después nada hasta que a partir de los 150 nos encontramos los tonos del cielo).

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